Page 4 - Catalogo Virtual Anibal Cedron en el Sivori

Y traté de pintar
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Un ala en el cielo. 2013.
Técnica mixta s/papel,
100 x 100 cms.
Manos o datos de impresión para un catálogo
sobre la emoción del trabajo de la pintura. 1985. tras sufrir noches inmóviles y siglos sin cambios,
Grabado.
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Autorretrato de foto carnet. 2007.
Huellas digitales y tinta,
40 x 24 cms.
traté de pintar algo en tu cuerpo,
Yun poco aunque sea poco,
provocado por el tiempo eficaz asesino,
que orienta hacia el caos y la destrucción;
algo de la estela que dejan esas cometas imágenes
intensas ingobernables poéticas musicales olorosas
para sentir tierra universo estrellas.
Y traté de pintar en tu cuerpo el alba
ver o tocar la lluvia un día de sol calor frío las sensaciones;
una sola vez y de golpe todo junto sin pausas.
Y pinté la esperanza de color lino
para intentar traer el cielo, envuelto en mis pupilas
con mi sangre de mar exasperado, eternamente con sed,
donde sopla el olor animal en caracoles, olas vientres
para que suene el corazón del agua roja arterias venas.
Y lo pinté de un traje puesto, un traje color amarillo:
para llevar la primavera a tu cuerpo, espejada en mis ojos,
con la luz de mi alma tan dilatada por tanta asfixia,
donde hunde la sombra en raíces coraje órganos,
para que el árbol no pierda ya sus hojas,
para que vuelva el día vestido de claveles glicinas frambuesas.
Y al fin lo pinté de un traje puesto, un traje color estrella,
guardada en mi pecho, donde queda mi vida de hombre ardido,
donde se gasta mi juventud en leña mojada fulgor esperanzas
para que el amor trasiega su frío y oscuridad,
y se abra como una ventana llena de bellas plumas
en el aire espacio a lo largo de las ramas,
en el gélido rocío en el calor grande en un hilo de agua.
Así pinté lanzado por un meteoro del deseo:
Un traje del amor, un traje verde humano,
porque a tu cuerpo traje con las manos abiertas
sueños de pintor, cultivados y despiertos en mi mente
por nuestros padres y abuelos postergados,
a través de los óxidos de las épocas y las costumbres
que matan los sueños y apagan los fuegos.
Y traté de pintar en tu cuerpo la vida siempre primavera,
que deja atrás la sombra derrotada.